"My Yiddishe Mama"
_________________________________________________________________________________________________________________________________________________ "It is not in the heavens, that you should say, "Who among us can go up to the heavens and get it for us and impart it to us, that we may observe it?" (...) No, the thing is very close to you, in your mouth and in your heart, to observe it". Deuteronomy
30 de abril de 2013
29 de abril de 2013
"Dem Milners Trern" - Sidor Belarsky
"Oh how many years
have passed
since I've been a miller here
the wheels turn
the years pass
I'm growing old and grey.
There are days
I want to remember
if I had a little happiness?
the wheels turn
the years pass
I don't get any answers.
I heard it said
they want to drive me out
away from my village and away from the mill
the wheels turn
the years pass
without an end, without a goal.
Where will I live?
who will care for me?
I'm already old, I'm already tired
the wheels turn
the years pass
and with them, also go the jews"
have passed
since I've been a miller here
the wheels turn
the years pass
I'm growing old and grey.
There are days
I want to remember
if I had a little happiness?
the wheels turn
the years pass
I don't get any answers.
I heard it said
they want to drive me out
away from my village and away from the mill
the wheels turn
the years pass
without an end, without a goal.
Where will I live?
who will care for me?
I'm already old, I'm already tired
the wheels turn
the years pass
and with them, also go the jews"
28 de abril de 2013
27 de abril de 2013
26 de abril de 2013
Hitler
El secreto de Hitler era el odio
Laurence Rees analiza en su nuevo libro el “oscuro carisma” del líder nazi
Jacinto Antón , EL PAÍS, 21/04/2013
Creemos saberlo prácticamente todo de Adolf Hitler, pero quedan
secretos irreductibles de su personalidad y su liderazgo. Para el
célebre historiador y documentalista británico Laurence Rees (Ayr,
Escocia, 1957), ninguno como de qué manera consiguió arrastrar tras de
sí, en la terrible espiral de la guerra y el genocidio, a millones de
alemanes. A tratar de dilucidar eso y a explicar las claves de la fatal
atracción del líder nazi, el autor de Auschwitz, El holocausto asiático, Una guerra de exterminio y A puerta cerrada, ha dedicado su nuevo libro, El oscuro carisma de Hitler(en
Crítica, como todos los anteriores). Rees destaca en los rasgos de
Hitler "su ilimitada capacidad de odio". Y advierte: "El poder del odio
está infravalorado. Es más fácil unir a la gente alrededor del odio que
en torno a cualquier creencia positiva".
Como persona, señala Rees, Hitler era bastante lamentable. Un tipo
psíquicamente “muy dañado”, incapaz de amistades y afectos verdaderos,
bañado en odio y prejuicios. “Solitario y con una visión de la vida como
lucha y de los seres humanos como animales". Pero tenía carisma.
"Solemos creer que el carisma es un valor positivo, pero lo pueden
poseer personas despreciables", reflexiona. Rees "Lo más importante que
hay que entender del carisma de Hitler es que dependía de la gente. El
carisma no existe sin conexión. No se puede ser carismático en una isla
desierta. Buena parte lo pone el otro". Vaya, como el amor. "Sí, la idea
es que cuando sentimos una conexión especial con alguien creemos que
depende de ese alguien pero en realidad depende en parte de nosotros. El
carisma de Hitler procedía tanto de la gente que lo seguía como de él.
Por eso ahora no lo percibimos en fotografías o películas. No nos habla a
nosotros. No somos de su tiempo. Lo que ha cambiado no es él, sino la
percepción que tenemos de él".
Rees explica cómo entre los propios alemanes fue cambiando la
influencia del carisma de Hitler. "Personas que lo veían como un
personaje ridículo o perturbado en 1928 pasaron a considerarlo un
salvador en 1933". Siempre hubo, sin embargo, gente inmune a su carisma.
Philipp Von Boeselager, que se conjuró para matarlo, lo encontraba
indigno y decía que era repugnante verlo comer: un patán. "Bueno, pero
hay que recordar que para muchos alemanes los políticos educados eran
los que les habían llevado al Tratado de Versalles y al desastre:
tiempos no convencionales requerían líderes no convencionales".
Había que estar predispuesto para seguir a Hitler, dice Rees, aunque
él, el líder, aportaba su intransigencia, su absoluta seguridad de su
papel como figura providencial, su habilidad para conectar con las
esperanzas y los deseos de millones de alemanes, su descontrolada
emotividad y, sobre todo, su contagioso odio. “Una de las cosas más
difíciles del mundo es asumir las culpas y responsabilidades propias,
todos estamos predispuestos a proyectar nuestras frustraciones sobre el
otro, en forma de odio”.
¿Dependía el carisma de Hitler del éxito? "Sí, ese aspecto fue vital.
Si alguien dice que va a hacer algo extraordinario y lo hace, la
siguiente vez es más fácil tenerle fe. Hitler jugaba fuerte, al todo o
nada, y cada triunfo fortalecía su carisma. Muchos militares, por
ejemplo, que lo miraban con suspicacia, se rindieron a su genio, a su
intuición, el famoso Fingerspitzengefühl, tras la larga serie
de victorias que parecían inexplicables. Aunque hoy retrospectivamente
no lo veamos así y Montgomery dijera que la regla número uno de la
guerra era no invadir Rusia, para la mayoría parecía mucho más increíble
vencer a Francia que a la URSS".
Entonces, ¿cómo sobrevivió su carisma a las derrotas a partir de
Stalingrado? "Al revés que Mussolini, Hitler desmanteló las estructuras
del estado, así que era más difícil apearlo del poder, además, a los
alemanes se les había inculcado el miedo al Ejército Rojo y su venganza,
que se iba a producir con la derrota aunque se deshicieran de Hitler, y
por supuesto, Hitler incrementó el terror de su aparato represivo en
proporción directa a la pérdida de su liderazgo carismático".
Hitler cultivaba su carisma. "Absolutamente, de muchas maneras
pequeñas incluso. Usaba gafas pero nunca se dejaba ver y retratar con
ellas. Cargaba una lupa. Hasta fabricaron una máquina de escribir
especial con caracteres muy grandes para escribirle los textos que tenía
que leer, la Führeschreibmaschine. También estudiaba mucho su imagen en el espejo y practicaba su famosa mirada penetrante”.
Rees señala las diferencias entre Hitler y Stalin en términos de
carisma. "Stalin practicaba el carisma negativo, toda la imagen de
Hitler le parecía una sandez. Con Stalin no había reglas para evitar ser
asesinado. Nadie estaba seguro. En la Alemania nazi estaba claro
quienes iban a ser perseguidos por el régimen, en la URSS estalinista
no. Stalin unía con el miedo como Hitler con el odio".
Rees es un hombre afable, acostumbrado a tratar con la gente. Ríe y
bromea a menudo pero debajo de esa capa alegre y aparentemente
desenfadada se percibe la profundidad de un hombre que lleva años, toda
su carrera, enfrentándose a lo peor del ser humano. Para sus libros y
famosos documentales de la BBC ha entrevistado a innumerables personas
que vivieron la II Guerra Mundial, soldados y civiles, víctimas y
verdugos. Cuando le pregunto cuál de todos esos testigos de la barbarie
le ha impresionado más, pensando que me dirá que algún miembro de
Einsatzgruppen o Kenichiro Oonuki, el piloto kamikaze fracasado, se
ensimisma un buen rato antes de contestar: "Toivi Blatt, un judío polaco
deportado en 1940 al campo de exterminio de Sobibor, donde toda su
familia fue asesinada. Blatt participó en la revuelta de prisioneros de
1943 y logró escapar con un balazo en la mandíbula. Hablábamos sobre lo
que son capaces de hacer los seres humanos, y le pregunté qué había
aprendido de su experiencia. Me contestó: ‘Solo una cosa, nadie se
conoce de verdad a sí mismo'”.
http://cultura.elpais.com/cultura/2013/04/21/actualidad/1366565947_876088.html
25 de abril de 2013
24 de abril de 2013
23 de abril de 2013
22 de abril de 2013
21 de abril de 2013
20 de abril de 2013
18 de abril de 2013
17 de abril de 2013
16 de abril de 2013
15 de abril de 2013
14 de abril de 2013
13 de abril de 2013
12 de abril de 2013
11 de abril de 2013
"Go Down, Moses" de Paul Robeson
"When Israel was in Egypt's land,
Let my people go!
Oppressed so hard they could not stand,
Let my people go!
Go down, Moses,
way down in Egypt's land,
tell old Pharao
to let my people go!
"Thus spoke the Lord", bold Moses said,
Let my people go!
"If not I'll smite your first-born dead!"
Let my people go!
Go down, Moses,
way down in Egypt's land,
tell old Pharao
to let my people go!"
Let my people go!
Oppressed so hard they could not stand,
Let my people go!
Go down, Moses,
way down in Egypt's land,
tell old Pharao
to let my people go!
"Thus spoke the Lord", bold Moses said,
Let my people go!
"If not I'll smite your first-born dead!"
Let my people go!
Go down, Moses,
way down in Egypt's land,
tell old Pharao
to let my people go!"
9 de abril de 2013
8 de abril de 2013
7 de abril de 2013
6 de abril de 2013
5 de abril de 2013
4 de abril de 2013
2 de abril de 2013
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